¿Cómo
podemos definir la fe? ¿Es un sentimiento? ¿es un salto al vacío? ¿es un
tranquilizante ante mis problemas?
La
confianza: una actitud natural
El mundo
de hoy muchas veces cuestiona a las personas que tienen fe. Se les considera
ingenuas, ilógicas, supersticiosas. Parecería que para tantos hombres y mujeres
de nuestro tiempo resulta difícil creer en algo o alguien sin poder verlo con
los propios ojos y tocarlo con las propias manos.
Creer y
confiar en la palabra de otra persona es, sin embargo, algo natural y
cotidiano; ni siquiera el más convencido ateo podría considerarse un incrédulo
absoluto, pues cada vez que adquiere un producto o un alimento confía en las
personas que lo han elaborado. Tal vez no creerá en Dios, pero en lo cotidiano
"creerá" en muchísimas cosas y personas sin estar constantemente
analizando las razones para hacerlo.
Para el
ser humano natural creer y confiar y la fe cristiana, que implica un acto
similar en cuanto es creencia y confianza, es una postura natural, que no hace
a los cristianos ni ingenuos, ni tontos, ni ilógicos. Sin embargo, resulta
comprensible que para temas más trascendentes y misteriosos exijamos mayores
razones, y está muy bien que sea así.
Fe: don
de Dios y acto humano
La
disposición natural de las personas para creer y confiar encuentra una
seguridad y una certeza muy grande en la virtud teologal de la fe, porque es
confiar en Dios, quien nunca nos falla ni nos abandona, que ni se engaña ni nos
puede engañar.
El Catecismo
de la Iglesia Católica nos dice que la fe es la adhesión personal del
hombre a Dios que nos ha creado a su Imagen y Semejanza y, además, ha querido
revelarse, darse a conocer. Dios «habla a los hombres como amigo, movido por su
gran amor y mora con ellos para invitarlos a la comunión consigo y recibirlos
en su compañía. La respuesta adecuada a esta invitación es la fe». Por la fe
nosotros aceptamos a Dios que se revela, aceptamos su invitación a vivir con
Él.
El
Catecismo nos ilumina, además, dando dos características muy importantes de la
fe.
En primer
lugar afirma que la fe es una gracia, un «don de Dios, una virtud sobrenatural
infundida por Él». Es un regalo que Dios nos da, manifestación inmensa de su
amor. Dios no le niega nunca este regalo a quien lo busca sinceramente y lo
pide con humildad.
Por otro
lado Dios respeta la libertad del hombre. La fe es también un acto humano, que
depende de la libertad y la inteligencia del hombre que deposita su confianza
en Dios y se adhiere a las verdades por Él reveladas.
La
"Puerta de la fe"
Las
palabras del Papa Benedicto XVI con las cuales inicia la exhortación apostólica
Porta Fidei, en la que convoca el Año de la fe, recuerdan un pasaje de
los Hechos de los Apóstoles. San Pablo, luego de predicar el Evangelio
en diversas ciudades, se detiene finalmente en Antioquía. A su llegada
«reunieron a la Iglesia y se pusieron a contar con todo cuanto Dios había
hechos juntamente con ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la
fe» (Hech 14,27).
La fe,
señala el Papa, es como una puerta que nos introduce en la vida de comunión con
Dios y a la vez nos permite la entrada en la Iglesia.
La figura
de la puerta nos habla de entrada, de inicio. Nos recuerda el ingreso a un
nuevo tipo de vida, que además involucra todo nuestro ser. No cruzamos el
umbral de la fe sólo con una comprensión teórica de las verdades, sino cuando
escogemos la gracia de Dios y emprendemos un camino de conversión total, que se
manifiesta con todas las dimensiones de nuestra vida.
Caminar y
crecer en la fe
Cruzar el
umbral de la puerta de la fe, sin embargo, no basta. Como hemos visto, el don
de la fe implica una respuesta continua para cultivar ese don, ya que sin la fe
no crece, se va enfriando y va desapareciendo. La fe, como señala San Agustín,
«se fortalece creyendo». La vida de oración, recurrir a los sacramentos como
son la Confesión y la Eucaristía, estudiar los contenidos de la fe con el Catecismo,
acudir a sacerdotes y personas con experiencia, visitar iglesias y santuarios,
son medios a nuestro alcance para caminar y crecer en vida de fe. Pero por
encima de todo ello necesitamos pedir al Señor el don de la fe, que nos ayude a
fortalecerla y acrecentarla.
Una de
las grandes riquezas y ayudas de la fe cristiana es que caminamos juntos como
una sola familia. Ningún cristiano avanza solo por el sendero de la fe. Como
miembros de la Iglesia, nos apoyamos unos a otros y recibimos de Ella las
gracias y auxilios que necesitamos "hasta que lleguemos todos a la unidad
de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre
perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef 4,13). Juntos nos
vamos perfeccionando. Por eso cuando decimos "creo" estamos diciendo
al mismo tiempo "creemos".
EL CREDO
EL
CREDO CONTIENE TODA LA FE CATÓLICA
Creo en Dios,
Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
Único hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracias del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos. subió a los cielos, y está sentado a la derecha
de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
Se divide en 12 artículos:
Se divide en 12 artículos:
1° Art:
"Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra."
a) Creo: Pongo mi Fe en que todo es verdad y una doctrina infalible, revelada por Dios.
a) Creo: Pongo mi Fe en que todo es verdad y una doctrina infalible, revelada por Dios.
b) en
Dios: ¿Quién es Dios?
Es el
ser infinitamente perfecto, creador de todo. Hay un solo Dios verdadero que
premia a los buenos y castiga a los malos.
Dios
es:
Único:
Porque si no sería contradictorio, no habría Dios verdadero.
Infinitamente
grande.
Espíritu
purísimo: No tiene cuerpo.
Un
ser simplísimo: No tiene partes ni mezclas.
Eterno:
Siempre existió, existe y existirá.
Inmutable:
No cambia.
Infinitamente
bueno (La suma bondad, todo lo bueno viene de Dios).
Omnisciente:
Infinitamente sabio, conoce y sabe todo.
Omnipotente:
Dios lo puede todo.
La
Santísima Trinidad:
Dios es el
principio de todo; y el fin de todas las cosas, son para él y su mayor gloria
por lo que es Dueño y Señor de todas las cosas.
En Dios hay tres
personas realmente distintas que son el verdadero y único Dios.
Las tres
personas son:
Dios Padre, se
le atribuye la omnipotencia (la creación).
Dios Hijo, se le
atribuye la sabiduría y redención.
Dios Espíritu
Santo, se le atribuye la bondad.
2° Art.: "Creo en Jesucristo, su Único hijo, Nuestro Señor..."
¿Quién es
Jesucristo? (SJ. 1, 1-16)
† † † En el
principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. El
estaba en el principio con Dios. Todo fue hecho por El, sin El nada se hizo.
Tenía que salvar
a la humanidad por lo cual tenía que ser hombre, pero como la dignidad de la
ofensa se mide por la dignidad del ofendido la ofensa era infinita, entonces
también tenía que ser Dios para que el padecimiento sea infinito.
En Jesucristo
hay una sola persona, que es divina, y dos naturalezas, divina y humana.
3° Art.: "...que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen..."
3° Art.: "...que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen..."
- El Espíritu
Santo hizo la obra porque es bondad y amor. En el momento de la concepción ya
existía antes sólo como Dios, en la concepción Jesús es engendrado, no creado,
para ser también humano.
- San José solo
es Padre adoptivo, lo crió.
- La madre es la
Santísima Virgen María, la cual fue siempre virgen (antes, durante y después
del parto).
4° Art.:
"...padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado..."
Significa que Cristo no redimió y para ello tuvo que sufrir mucho, aunque lo hizo por amor, y no podemos ignorarlo, no debemos ser desagradecidos. Esto ocurrió en la época de Pilatos, es real.
Significa que Cristo no redimió y para ello tuvo que sufrir mucho, aunque lo hizo por amor, y no podemos ignorarlo, no debemos ser desagradecidos. Esto ocurrió en la época de Pilatos, es real.
5° Art.:
"...descendió a los infiernos, al tercer día resucito de entre los
muertos..."
No se refiere al infierno sino al limbo de los justos, este era el lugar a donde, hasta nuestra redención, iban las almas de los que morían en gracia de Dios. Las puertas del cielo estaban cerradas por el pecado original y Cristo las abrió llevando a las almas justas.
No se refiere al infierno sino al limbo de los justos, este era el lugar a donde, hasta nuestra redención, iban las almas de los que morían en gracia de Dios. Las puertas del cielo estaban cerradas por el pecado original y Cristo las abrió llevando a las almas justas.
Así se cumple la
profecía que dice que "hasta los muertos les llegará la buena noticia".
La resurrección
es verdad: (Hechos 3,15; SJ 20, 19-29; Lc. 24,5-6).
Jesús se le
apareció a numerosas personas luego de haber muerto y tenía un cuerpo glorioso.
Podía comer y se lo podía tocar con lo cual tenía cuerpo; y propiedades del
cuerpo glorioso como atravesar paredes.
6°
Art.: "...subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso."
- Subió a los cielos en la ascensión.
- Subió a los cielos en la ascensión.
- Esta a la
derecha porque tiene la misma gloria.
1°- Para tomar
posesión del reino que conquisto con su muerte.
2°- Para
prepararnos un lugar en la gloria.
3°- para ser
mediador y abogado delante del Padre eterno.
7°
Art.: "Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y muertos."
Vivos y muertos
quiere decir buenos y malos. (Ecle 7,40).
Acuérdate de los
novísimos o postrimerías y no pecarás; estos son:
Muerte:
Ocurre cuando el alma se separa del cuerpo. A todos nos va a tocar, igual que
el juicio, pero no sabemos cuándo por lo que hay que vivir siempre bien.
Juicio:
Ocurre inmediatamente después de la muerte; hay que pensar cómo vivimos ya que
se nos va a juzgar según nuestras obras y la sentencia será infierno o cielo
eternamente.
8° Art.: "Creo en el Espíritu Santo,..."
8° Art.: "Creo en el Espíritu Santo,..."
Es la tercera persona de la Santísima Trinidad, que es tan
verdadero Dios como el Padre y el Hijo. Se le atribuye la santificación de las
almas y la dirección de la Iglesia. Éste bajo en pentecostés sobre los
apóstoles y la iglesia (Hechos 2,1-4).
9°
Art.: "...la Santa Iglesia Católica,..."
Creemos
en la Iglesia Católica que fue fundada por Cristo.
10°
Art.: "...la comunión de los santos,..."
No
importa donde estemos, las almas de los integrantes de la Iglesia forman un
cuerpo cuya cabeza es Cristo. Estamos todos unidos y debemos orar los unos por
los otros.
11°
Art.: "...el perdón de los pecados,..."
Nadie
es perfecto y la mayoría algo mal ha hecho pero no importa la gravedad ya que
si estamos realmente arrepentidos y nos acercamos a Dios para servirle en
adelante todo nos perdonará porque su misericordia es infinita. Para ello el
mismo Jesús creo el sacramento de la confesión.
12°
Art.: "... la resurrección de la carne y la vida eterna."
La
muerte no es definitiva, no solo perdura el alma que va al cielo, purgatorio o
infierno según sus actos sino que al fin del mundo Cristo vendrá a juzgar a los
vivos y muertos y quienes merecieron el cielo, y el purgatorio ya que este es
un paso previo para purificar al alma, resucitaran y tendrán un cuerpo glorioso
como el de Jesucristo luego de su resurrección. El cuerpo glorioso ya se
explico en el artículo 5°.
ACTIVIDAD
LEER, ANALIZAR Y ESCRIBIR UN RESUMEN GENERAL DE LAS
SIGUIENTES CITAS BÍBLICAS:
.- Qué es la fe: Juan
9,36-38
.- Pedir el don de la fe: Marcos
9,23-24
.- Fe y salvación: Mateo 8,5-12.
.- Fortalecer nuestra fe: 1Pedro
1,6-9.
.- La fe se manifiesta en obras: Santiago
2,14-24
REFLEXIONA
Y CONTESTA
.- ¿Qué es la fe?
.- ¿Cómo es mi fe?
.- ¿Qué puedo hacer para
fortalecer mi fe?
.- ¿Qué es el Credo, que
contiene?