miércoles, 24 de mayo de 2017

LA VIRGEN MARÍA


Sobre la Virgen María sabemos muchas cosas, pero esas cosas, tal vez no sean algo absolutamente necesario para nuestra fe, sin embargo hay cuatro cosas que sí es necesario que sepamos muy bien, y que lo creamos. Esas cuatro cosas fundamentales sobre María, que en la Iglesia conocemos como dogmas marianos, y son:

1.- María es Madre de Dios y Madre Nuestra: La Virgen María es la Madre de Dios porque es la madre de Jesús, y Jesús es Dios. Y Ella es la Madre de Dios desde el momento de la concepción, desde el momento en que el ángel Gabriel le preguntó, de parte de  Dios, si quería ser su madre.
Pero también es Nuestra Madre, porque estando Jesús en la cruz, a punto de morir, nos dejó en testamento a María, para que fuera también Madre Nuestra porque Jesús pensó en todos nosotros cuando estaba en la cruz y vio a san Juan junto a su Madre, y le dijo: “Ahí tienes a tu Madre”). Además los cristianos formamos un gran Cuerpo Místico (la Iglesia) cuya Cabeza es Jesús; y si María es la Madre de la Cabeza que es Jesús, también lo tiene que ser del resto del Cuerpo, nosotros.

2.- Inmaculada Concepción de María: María es la única persona humana que nació sin pecado original. Ella fue librada del pecado original antes de que naciera incluso, para que fuese totalmente limpia. La razón es clara: ¿cómo iba a estar sucia la mujer de quien había de nacer el Señor? Dios la preservó de todo pecado, incluso del pecado original.

3.- Virginidad Perpetua: María fue virgen antes, durante y después del parto; es decir que Jesús pasó a través de Ella sin menoscabar para nada su integridad, su virginidad, igual que un rayo de luz pasa a través de un cristal sin romperlo ni ensuciarlo.

4.- La Asunción de María en Cuerpo y Alma al Cielo: La que fue librada de la corrupción del pecado no iba a mancharse por la corrupción de la tumba, por eso Dios la quiso llevar enseguida al Cielo en cuerpo y alma.

 A parte de eso, debemos saber, sobre las advocaciones Marianas
Las Advocaciones marianas: Todos hablamos de la Virgen de Chiquinquira o de la Virgen del Pilar, o de la Virgen de Fatima, pero también debemos saber que todos esos nombres se refieren a una única persona: la Virgen María. Los distintos nombres que se dan a María se llaman “advocaciones”; hay muchas advocaciones, pero una sola Virgen María.
Uno de los títulos que posee María es el de “Corredentora”, que quiere decir que colaboró de manera especial a la obra de la Redención por los sufrimientos que padeció al pie de la Cruz.
Además María es el canal por el que Dios nos hace llegar toda las gracias, todos los bienes que nos quiere dar, por eso se dice también que María es “Medianera Universal de todas las Gracias”. Ella que es Madre de Dios puede alcanzarnos de Él todo lo que le pidamos, por lo que debemos acudir a Ella confiadamente, que no desatenderá nuestras peticiones.

¿Cuáles son las principales devociones marianas?
Todo esto son oportunidades que nos da María para que le demostremos que la queremos, y para que sean instrumentos para nuestra salvación. Así nos quiere María, Nuestra Madre del Cielo, que no quiere que ninguno de sus hijos se pierda.
Durante la historia de la Iglesia se han ido acumulando una cantidad enorme de diversas advocaciones marianas, el ejemplo de la Virgen del Pilar, aparición que ocurrió en España en el tiempo de los apóstoles, cuando María posiblemente estaba viva todavía, hasta las manifestaciones y apariciones actuales, pasando por la Guadalupe, Coromoto, Lourdes, Fátima, Aparecida, Luján, entre miles de otras advocaciones.
El motivo o el origen de cada advocación varían en cada una de ellas; siempre se trata de hechos extraordinarios, milagrosos, donde el pueblo de Dios, la Iglesia en su conjunto, reconoce la intervención de la Madre de Jesús en su favor.
Después el pueblo se encarga de “encarnar”, hacer suya, esta realidad, esta intervención especial de la Virgen y se va creando la advocación correspondiente hasta consolidarse definitivamente en un título, en una forma específica; como por ejemplo “la Virgen del Pilar” en Zaragoza, España; “Nuestra Señora de Aparecida” en Brasil, porque una estatua se apareció en el río, primero el cuerpo y luego la cabeza; después de esto pudieron pescar peces abundantes y solventar un grave problema; la Virgen de Guadalupe, quien era nombrada de una manera parecida a ese título y en español quedó como Guadalupe, una aparición extraordinaria que dejó el más extraordinario de los cuadros sobre María, no pintado por manos humanas.
 La Coromoto, cuyo nombre adoptó por el nombre del cacique Coromoto, un nombre que no se va a hallar en ninguna otra parte del mundo y define esta advocación de María. La Virgen de Fátima, por el lugar en Portugal donde se apareció a los pastorcitos, y que luego fue definida como imagen de bulto con sus características propias, así como la de Lourdes, con las manos juntas en señal de oración.
En general cada intervención de María tiene que ver con una realidad histórica precisa, con una necesidad particular del pueblo de Dios, lo cual una vez más demuestra la labor maternal de María, que se tomó muy en serio el mandato de su Hijo en la cruz. Por ejemplo para el pueblo mexicano del comienzo del mestizaje, entre españoles y aztecas, además de otras etnias menores, había una situación muy complicada; tanto así que el obispo Zumárraga escribió una carta al Papa donde le expresaba su imposibilidad de evangelizar, y que sin una intervención especial de Dios las cosas iban a ser un desastre. 

Primeras apariciones
La primera es la de la Virgen del Pilar al Apóstol Santiago en Zaragoza, en torno al año 40 d. C. Luego aparece la Virgen del Monte Carmelo manifestada a San Simón Stock. En la Edad Media aparece en Puy. Aproximadamente en 1392 se aparece bajo la advocación de Virgen de la Candelaria a dos pastores Aborígenes guanches en Tenerife (Canarias, España). En 1481, se aparece en la isla de Gran Canaria bajo la advocación del Pino.
En el siglo XVI la aparición a San Juan Diego en México bajo el nombre de Guadalupe. En Guanare, Venezuela, el 8 de septiembre de 1652 se registra la aparición de la Virgen María al Cacique de los Cospes, el indio Coromoto y a su mujer, diciéndole en su propia lengua: "Vayan a casa de los blancos y pídanles que les eche el agua en la cabeza para poder ir al cielo". En 1950 el Papa Pío XII declaró esta aparición mariana bajo la advocación de "Virgen de Coromoto" como Patrona de Venezuela, en 1996 el Papa Juan Pablo II la coronó en su visita al Santuario mariano en Guanare y el Papa Benedicto XVI elevó en 2006 al Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto a la categoría de Basílica Menor.
La llamada Virgen del Huerto se le apareció al joven Sebastian descalzo (en la mitad del siglo del 1700). En el siglo XIX aparece en La Salette a los pastores Melanie Calvat y Maximin Giraud (1846); en Lourdes (1858) a Santa Bernadette Soubirous; y en el siglo XX aparece en Fátima (1917) a los pastorcitos Lucía dos Santos, Francisco y Jacinta Marto; entre 1941 y 1988 se le apareció a Felisa Sistiaga en Umbe y entre 1961 y 1965 a cuatro niñas en Garabandal (ambas apariciones en territorio de España, si bien no cuentan con aprobación oficial de la Iglesia); entre el 27 de mayo y el 4 de junio de 1945 se apareció a dos niñas en La Codosera, Badajoz en un paraje llamado Chandavila; el 13 de julio de 1945 se le apareció a Pierina Gilli en Montichiari y Fontanelle, Italia, llamándose María Rosa Mística; y en 1999 se apareció como Nuestra Señora de la Bondad en el Algarve, Portugal.

El Santo Rosario:
La práctica del Rosario ha sido muy recomendada por la propia Virgen María en sus últimas apariciones (Lourdes y Fátima). Es la oración que más agrada a María, por la excelencia de las oraciones que en él se rezan: el Padrenuestro (enseñado por el mismo Jesús), el Avemaría (palabras que el ángel dijo a María en la Anunciación, y que la Iglesia reza desde muy antiguo) y el Gloria (oración con que se da gloria a la Santísima Trinidad). Esta práctica surgió cuando santo Domingo de Guzmán, gran amador de la Virgen, caminaba rezando avemarías, y cada avemaría le parecía una rosa que él recogía y ofrecía a la Virgen; ella se le apareció y le enseñó a rezar el Rosario. Cada día se rezan cinco misterios del Rosario (misterios gozosos los lunes y sábado; misterios dolorosos los martes y viernes; misterios luminosos los jueves y los misterios gloriosos los miércoles y domingos). En cada misterio se reza  (1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria) se contempla un pasaje de la vida del Señor.

ACTIVIDAD:
Lee y analiza la cita Bíblica Mateo 1,18-23. Según este relato ¿quién crees tú es María, y cual su papel en la Iglesia?

.- Escribe algunas advocaciones mariana que conozcas (mínimo seis)

1 comentario:

  1. Mateo 1, 18-23
    Maria es la madre de Jesús y la madre de nosotros, por ser hijos de Dios, fue elegida por Dios para ser la madre de Jesús porque era una mujer sin pecados y Virgen.
    El papel de Maria es acercarnos a Dios y presentarnos a nuestro salvador Jesucristo
    -Advocaciones mariana:
    La Chinita
    La Virgen de Coromoto
    La Virgen del Carmen
    La Virgen de Guadalupe.

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